
No
podía ser de otra manera, los “guapos” dirigentes de Huracán
que aparentemente toman determinaciones porque creen estar respaldados por
los hinchas, esta tarde se apersonaron en la cancha del “globo” para comunicarle al técnico que prescindían de sus
servicios.
Los argumentos esgrimidos
fueron tan ridículos como tontos,
por cuanto Castillo no cobraba hace
tres meses como entrenador y trabajaba “ad honorem” por ser hincha del club.
Según pudo verse Cesar “patito” Britez reliquia de
nuestro fútbol, y Omar Vargas, quien
saliera campeón con Newell”s de Rosario en
la década del 70 serían los reemplazantes.
Bienvenidos
los dos porque seguramente trabajaran sin cobrar como el técnico saliente.
Algo de plata y
nada más.
Para aquietar las
aguas los dirigentes rompieron el “chanchito”
y le entregaron a cada jugador la
“sideral” suma de $300 (Pesos Trescientos), la deuda asciende
a tres meses desde que asumieron, y además le comunicaron a todos que no hay
dinero hasta fin de año y que el próximo tampoco habrá, el que quiera seguir
que siga y los que están a préstamos se tienen que ir.
Afuera “Luli” y los jugadores no seguirían.
Todo
lo acontecido en las últimas horas, el poco dinero percibido,
mas la partida del técnico, son condimentos especiales para que la mayoría de
los futbolistas decida no seguir entrenando y tampoco participando de la
competencia de la liga.
El pensamiento
generalizado es de seguir apoyando, siempre y cuando los dirigentes se
comporten como tales, pero como la soberbia y la mentira son moneda común y
corriente en los actuales, de nada sirve tener consideración hacia los mismos.
La escuelita futuro proyecto…?
Huracán
es uno de los pocos clubes que sigue sacando jugadores del
potrero, por eso, seguramente la nueva dirigencia quiere apuntar a ello, a
comercializar con las divisiones menores, dejando de lado el fútbol de primera.
“Pepe”
Trova viene de una mala experiencia con “Patito” Britez.
Intentaron
luego de usurpar el club San Miguel,
(que fue refaccionado por empleados de la Delegación Villa Urquiza) armar
una escuelita de fútbol que no tuvo mucho tiempo de vida.
Esperemos que en Huracán no suceda lo mismo. Lo que preocupa es la situación de los que llegan al club, ninguno se identifica con el “globo”.