Es la pregunta que nos hacemos. Y aquí tenemos que dividir las aguas, para no crear confusión con nuestro comentario.
En Posadas hay extremos requerimientos para que los estadios estén en condiciones a pesar de que la liga posadeña nunca colabora con las mejoras.
Lo que vimos por un lado fue muy lindo, porque el propio presidente de Itatí nos explico el proyecto que tienen para ocupar con las distintas disciplinas deportivas las 22 hectáreas del club.
Pero al margen de todo lo institucional, se jugaba un partido de la primera B que mas se asemejó a uno de barrio, por las condiciones del campo de juego.
Con gran desnivel desde el sector este hacia el Oeste, con alambrados perimetrales, pero sin muros. El plantel de Huracán tuvo que ingresar por un acceso que pudo transformarse en una boca de lobo al final del partido, por la oscuridad y un encontronazo que tuvieron los hinchas, cuando los adictos a Itatí se llegaron detrás de uno de los arcos donde se encontraban los de Rocamora a festejar.
La cancha no tiene acceso independiente y menos salidas individuales para evitar cualquier tipo de roces.
Y para completar con las anormalidades, pudimos observar el expendio de bebidas alcohólicas en la improvisada cantina.
En la faz deportiva, respaldamos y aplaudimos todo lo que se esta haciendo en este predio de la Iglesia, pero desde nuestro punto de vista, no se puede habilitar nunca un escenario deportivo como este que no reúne las condiciones para la practica del fútbol federado.
Pueden haber diez o cien policías, esto no impediría que los mas exaltados puedan expresarse.
Quien habilitó la cancha…? Por supuesto, la liga posadeña, que como siempre no aplica el mismo criterio con todos los clubes.